
Y entonces, desde el punto de vista de los valores que se escogen, y sobre todo de la posibilidad de una convivencia basada en la tolerancia, es decir, en el respeto mutuo, el tipo de religión que practica quien cree no resulta indiferente. Si la fe de un cristiano es la de las primeras generaciones, que se resume en una frase que no se sabe quien la pronuncio en realidad aunque se atribuye a Tertuliano (creo porque es absurdo)pero que constituye el sentir común de las primeras generaciones de cristianos, y el concepto esta clarísimo también en san Pablo, esto es, "credo quia absurdum", osea la fe es escándalo para la razón.

Si eso es la fe, no surge ningún conflicto con el no creyente, porque una fe de esas características no pretenderá imponerse, solo pedirá que la respeten.
Pero si la fe católica pretende ser el resumen y la culminación de la razón, ser el resumen y la culminación de todo aquello que es mas caracteristico del hombre, ser la verdadera summa de la razón y la humanidad, entonces comprenderán que si la fe pretende ser eso, es inevitable el riesgo de que más tarde caiga en la tentación de imponerse, incluso mediante el brazo secular del estado Porque quien estuviese en conflicto con los dictámenes de la fe, y sobre todo con sus consecuencias morales, estaría también en contra de la razón y de la humanidad.
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